Texto modificado del panfleto de Socialismo Revolucionario, repartido en la manifestacion del 22 de Octubre de 2011, en Madrid
Abanderados por el régimen arrogante del PP en Madrid, bajo Esperanza Aguirre, los gobiernos autonómicos se proponen llevar a cabo un plan de acción cuyo único fin es mermar la educación pública, transfiriendo fondos, paulatinamente, a la privada.
Bajo el pretexto de la crisis, y la supuesta necesidad de reducir déficit público (un déficit generado por inyecciones masivas de dinero a la banca, con que correr con los costes de la deuda del sector bancario, y transformar así, la deuda privada, en pública), llevan a cabo medidas antiobreras, machacando nuestros derechos, y rapiñándonos unas migajas más, eliminando la extensión social del Estado. Éstas migajas, les servirán para poder seguir inyectando dinero, al menos por un tiempo más, en un sistema financiero podrido, consumido por la crisis de la deuda, fruto de años y años de especulación con el crédito fácil, con los que los negocios, pretendían incentivar el consumo, a la par que especulaban con los precios, y reducían los salarios. Dejan a un lado, de esta manera, las necesidades de las amplias mayorías de la población, y anteponen los intereses de un puñado de ricachos y banqueros.
Al mismo tiempo que favorecen, con sus políticas, la inversión de dinero público en educación privada. En Madrid mismo, la ayuda que da el gobierno a la provisión de educación privada para los hijos de los ricos, sobrepasa los 80 millones de euros. Con la provisión de educación convertida en un negocio, en una fuente más de beneficios, pretenden incentivar así la “iniciativa” de los capitalistas, según parece faltos de terrenos lucrativos en otros sectores de la economía. Quieren sacar beneficios de la enseñanza, de la sanidad, y reducir la maquinaria estatal a poco más que un aparato represivo, sin la menor inversión en lo que a materia social se refiere. Quieren aprovecharse de la crisis, pues, para seguir en la misma dinámica del Plan Bolonia: la privatización, soterrada, de la enseñanza, desviando fondos de la pública a la privada, y abriendo las puertas de los colegios y universidades nominalmente públicas, a los negocios privados.
La resistencia de los profesores, unidos a los estudiantes, en la reciente oleada de movilizaciones y huelgas de la enseñanza, da sólo un ejemplo del camino que hay que seguir. La política “ultra” del PP, que tiene aún menos escrúpulos que el PSOE en agredir los servicios públicos en Madrid y otros lugares, es una pequeña muestra de la brutalidad con que actuarán con el gobierno central en sus manos. Pero, del mismo modo, las huelgas importantes en la educación publica, en las comunidades de Madrid, Galicia y Castilla la Mancha, así como las movilizaciones estudiantiles, son una muestra más de la oleada de resistencia social, juvenil y obrera que podrá paralizar los ataques de cualquier gobierno, PSOE o PP, que pretendan aplicar paquetes de recortes “ultras” y medidas de austeridad salvajes, para satisfacer las ansias de los ricos y la dictadura de los mercados.
Frente a los titubeos de la burocracia sindical, es necesario tender hacia un plan de lucha sostenido
Es necesario un movimiento de protestas y huelgas coordinado a nivel estatal. Es necesario elaborar y coordinar un plan sostenido de lucha, siguiendo la experiencia del ejemplo griego, con una huelga general del sector de 48 horas, seguida de otra, posterior, de 72, y aun una tercera, de incluso 4 días, y seguir ampliando paulatinamente el margen de acción, en el supuesto de que tales pasos intermedios no sean suficientes, hasta llegar a una huelga general indefinida, en la enseñanza pública, coordinada con posibles luchas en la sanidad, e incluso en otros sectores públicos, afectados por los planes de austeridad y los recortes. Las huelgas estudiantiles, inspiradas por las huelgas de los profesores, son un paso importante hacia la unidad con la lucha de la juventud, con perspectivas de un futuro pésimo, y la clase trabajadora, que sufre ataques sin fin a sus condiciones de vida, sus derechos laborales y sindicales, etc.
Según la tónica del 15-M, asambleas masivas participativas en las escuelas y universidades, organizadas y coordinadas democráticamente entre sí, constituirían una herramienta excelente a la hora de planificar una escalada general de lucha, de manera sostenida, hacia una huelga general indefinida, única etapa previa hacia la victoria. Hace falta una intensificación de las acciones industriales, en solidaridad con las huelgas del sector educativo, con plena movilización de los estudiantes en huelgas, cortes de calle, ocupaciones de ministerios, etc.
De la misma manera, el 15-M debe llamar a la unidad en la lucha con la clase trabajadora, organizando una campaña desde abajo por una nueva huelga general para unificar las distintas luchas y paralizar el país, en la lucha por una alternativa a los planes de austeridad y miseria de la crisis. ¡Las organizaciones sindicales tienen deber de luchar por nuestros intereses, en lugar de pactar derrotas con el capital!
¡Por la abolición del lucro! ¡Acabemos con la dictadura del capital y los bancos!
Los ataques en contra de la educación publica son sólo parte de todo un menú de políticas de recortes que tienen guardadas los poderes financieros y políticos para nosotros. En Grecia, una oleada nueva de huelgas en contra de la destrucción planificada de un tercio de empleos en el sector público, está irrumpiendo en la palestra pública. La lucha que nos llama es una lucha para defender los pilares más básicos del Estado de bienestar, y las conquistas de las luchas del pasado. Sufrimos para pagar la deuda especulativa de los bancos, que ya no obtienen tantos beneficios. Luchamos por un fin a esta locura, por una sociedad realmente democrática, en que la riqueza y los sectores clave de la economía sirvan las necesidades y los intereses de la mayoría, bajo control democrático y propiedad común de los trabajadores, empezando por la nacionalización de la banca bajo de control democrático del pueblo. Socialismo Revolucionario (del Comité por una Internacional de Trabajadores) lucha por esta alternativa revolucionaria, por el auténtico socialismo, en más de 45 países. ¡Únete a esta lucha y organízate para crear un partido de la clase!