07/02/2013, Entrevista realizada por Lilly Revert (SR Granada) a una enfermera de un hospital comarcal de la provincia de Granada. Por miedo a represalias por parte de la dirección del hospital no podemos hacer pública la identidad de la enfermera ni el nombre del hospital.
P.- ¿En qué porcentaje se ha recortado personal en este hospital?
R.- Aproximadamente algo más del 20% del personal en todo el hospital. Concretando, se eliminan una enfermera y un médico por cada sección.
Pero luego, hay eliminaciones encubiertas: a los contratos temporales les han reducido las jornadas, entre un 60% y un 75%. Existían los contratos "Búho", que ya no existen, porque a ningún trabajador le compensa económicamente, sobre todo si viene de Granada capital; gasta más en gasolina que lo que significa su salario.
Considero que ésta es una maniobra inteligente de la administración: recortes en porcentaje de horas y de salario.
R.- Los eventuales firman contrato mes a mes; gran parte de estos contratos son de trabajadores que no viven cerca del hospital; si tienen media jornada, no les llega ni para el transporte.
P.- ¿En qué se nota que existen maniobras de privatización?
R.- En principio, el servicio de lavandería ya está en manos privadas; lo gestiona una empresa para toda la provincia. Son muchas las desventajas de esta privatización, por ejemplo, la pérdida de ropa.
Pero, al final, te diré lo que para mí significa, una privatización encubierta.
P.- ¿En qué y cómo se notan los ajustes y recortes?
R.- Lo más importante es el deterioro de la calidad asistencial, porque al cargar más trabajo a cada uno, se impide la ayuda de unas secciones a otras y se da una sobrecarga en el trabajo que, evidentemente, se traduce en falta de tiempo para la atención al usuario.
Aunque esta calidad se intenta sujetar por parte de los trabajadores, éstos están muy desmotivados y no sólo por la rebaja salarial: concretamente, en mi caso, en 2013, aparte de la supresión del alguna paga, percibiré 400 euros mensuales menos que el pasado año.
Además, hemos pasado de 35 horas a 37,5 horas a la semana; y también nos han quitado días libres.
P.- ¿En qué servicios se hacen más claros los recortes?
R.- Por ejemplo ha variado, para empeorar, la calidad del material fungible (desechable). En el caso concreto de mi sección (neonatos), esto se traduce en torturar a un niño, viéndonos obligados a cogerles las vías varias veces, a lo largo de su estancia hospitalaria, cuando antes se hacía una sola vez. Pero el material es de muy mala calidad: se rompe, el esparadrapo no pega, etc.
Al globalizar la compra de fungibles, no sé muy bien si están ahorrando o "alguien se lo está llevando".
P.- ¿Hay algo más que quieras comentar?
R.- Tengo la sensación que hay un principio de privatización encubierta. Se crean LAS UNIDADES CLÍNICAS DE GESTIÓN (hace 6 años): el jefe de servicio de estas unidades es una especie de cacique, al mejor estilo franquista, que hace y deshace a su antojo, gestionando el ahorro y los ajustes; por lo que percibe un sobre anual de COMPLEMENTO DE PRODUCTIVIDAD, que se les da a todos los trabajadores que cumplan con los objetivos de ajustes del SAS.
Desde mi punto de vista, está es una perversión más del sistema capitalista, dentro del ámbito público.
P.- ¿Cuáles son los objetivos para tener acceso a ese complemento?
R.- Principalmente, ahorro económico; ahorrando en materiales y ajuste de plantilla y, por supuesto, "sin rechistar" ante la Gerencia. Personalmente , me he negado a cobrar este complemento.
P.- ¿Qué opinas de la gestión privada?
R.- En los hospitales privados hay mucha moqueta y mucha sonrisa; pero la realidad es que cuando a la sanidad privada le surgen problemas, los pasan a la pública.
En las clínicas privadas huyen deliberadamente de los tratamientos costosos y crónicos. Así que, creo, que la privatización será difícil en grandes hospitales; mientras que en las pequeñas entidades, donde hay tratamientos simples, se dará la privatización. Esta es mi opinión.