Los 227 trabajadores de la factoría de Alcalá de Guadaira, en la provincia de Sevilla, ya han sido despedidos siguiendo a pié juntillas en ERE presentado por la empresa, después que durante el proceso de negociación de 60 días la empresa rechazara otras opciones como flexibilizaciones de condiciones de trabajo, “redimensionamiento de la plantilla” (despidos, pero sin el cierre total de la planta en Sevilla), incentivos por reposiciones en la administración, etc, según informa CCOO. Nada se les puede reprochar a los trabajadores, que estuvieron en huelga durante unos 60 días y que además continúan realizando acciones como marchas a diferentes localidades de la provincia de Sevilla donde habitan trabajadores de la planta, pidiendo la solidaridad de sus vecinos y de los ayuntamientos de la zona.
Pero la Ley de Reforma Laboral, que se ha aplicado en este caso, vuelve a demostrar ser una ley que acaba con los derechos laborales por la que generaciones de trabajadores lucharon, además de otorgar a las empresas todo el poder para imponer peores condiciones de trabajo o despidos, incluso en el caso de multinacionales líderes en su sector, como es el caso de Roca. Los trabajadores, ante esta situación, han denunciado repetidamente que las fábricas pueden ser productivas (hay incluso inversiones recientes en maquinaria) y que la empresa solamente pretende deslocalizar a países con peores salarios y condiciones.
La lucha continúa, y los trabajadores de la factoría en Alcalá de Henares (Madrid) llevan ya más de 100 días de acampada (cumplidos a principios de abril) enfrente de su fábrica contra el ERE que también pretende despedir al 72% de su plantilla. Además, la acampada ha sido también punto de salida de manifestaciones, asambleas, y otro tipo de acciones. En Sevilla también continúa el conflicto, con las marchas ya mencionadas, y con acciones legales ya que Roca les debe el finiquito a los representantes del comité de empresa, además de otros complementos (como antigüedad) a muchos trabajadores.
Al igual que en artículos anteriores, en Socialismo Revolucionario seguimos denunciando las últimas Reformas Laborales que son en realidad reformas para el despido, y demandamos la nacionalización de aquellas empresas que amenazan con despidos, para poder garantizar puestos de trabajo con condiciones dignas.